El primer trimestre de trabajo del proyecto de Cambio de Año Base (CAB), liderado por el Banco Central del Ecuador (BCE), presenta avances en la planificación y en los acuerdos estratégicos a desarrollarse en los próximos meses. Uno de los principales es la propuesta de creación de la Comisión Estadística del CAB, con lo cual se busca la institucionalización de este proceso. La Secretaría Técnica de esta comisión estaría en manos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) y la presidiría el BCE.
Otro de los avances registrados en este período de trabajo es la gestión realizada para la colaboración bilateral con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia (DANE) y la asistencia técnica de organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), para la evaluación de la metodología y para el acompañamiento en el proceso de construcción y desarrollo del cambio de año base. Adicionalmente, se han realizado acercamientos con varias instituciones relevantes en el ámbito estadístico, como la Cooperación Francesa y otros institutos de estadística y bancos centrales de la región, con el fin de conocer sus experiencias en proyectos similares y así aplicar las mejores prácticas.
Estos primeros resultados fueron presentados la mañana de este 26 de abril ante representantes de las entidades de los sectores participantes: academia, gremios, instituciones del Estado y organizaciones nacionales e internacionales. El proceso participativo comenzó el 23 de enero de 2018, tras una primera reunión en la que se definieron tres mesas de trabajo con los distintos sectores, las cuales se concretaron en febrero. Entre las actividades implementadas estuvo la socialización del proceso con los gremios de la ciudad de Manta, provincia de Manabí, realizado el 16 de marzo.
“Estas reuniones generan la base sobre la que se va a solidificar el proceso participativo, pues permiten englobar las ideas y las acciones de todos los sectores”, señaló Katiuvshka Yánez, subgerente de Programación y Regulación Monetaria y Financiera del Banco Central del Ecuador, durante la inauguración de la reunión.
Como resultado de estas reuniones se estableció la posibilidad de impulsar varios acuerdos interinstitucionales con la academia y el sector empresarial. Adicionalmente, se ha definido una hoja de ruta para los siguientes meses, con el fin de profundizar los avances y concretar los acuerdos alcanzados en cada una de las mesas de trabajo.
Desde el inicio del proceso del CAB se han unido varias instituciones y organizaciones. Así, desde el lado de la academia, han participado universidades como la Católica, Central, de las Américas, Tecnológica Indoamérica, Escuela Politécnica Nacional, Escuela Politécnica del Litoral, Instituto de Altos Estudios Nacionales, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), entre otras. También se han integrado gremios como la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), Comité Empresarial, Cámara de Industrias de Guayaquil, Asociación de Industriales Textiles, Expoflores, Bolsa de Valores de Quito, además de otras entidades. Del sector público se han hecho presente el Ministerio de Economía y Finanzas, INEC, la Corporación Nacional de Finanzas Populares (Conafips), el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae), Servicio de Rentas Internas (SRI), las Superintendencias de Bancos y de Compañías, y otros. En representación de entidades vinculadas con el análisis económico estuvieron Grupo Faro, Banco Mundial, Cordes, Multienlace, entre otros.
En contexto:
El año base vigente en Ecuador es el 2007, lo que significa que los análisis estadísticos y económicos del país toman como punto de partida la estructura de la economía nacional que existía en dicho año. Debido a los constantes cambios que suceden en las economías de los países, organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina (Cepal) o el Fondo Monetario Internacional (FMI) recomiendan que esta actualización se realice cada cinco a diez años, en función de los cambios que pudo haber experimentado una economía durante este lapso.