La Trampa de la Expansión del Balance del Banco Central
Septiembre 20, 2023Durante el gobierno del expresidente Rafael Correa, las autoridades del Banco Central del Ecuador (BCE) encontraron la manera de proveer financiamiento al gobierno central.
Este mecanismo de financiación se intensificó a partir de la caída del precio del petróleo a finales de 2014, alcanzando el monto máximo de USD 8.339 millones entregados al MEF y bancos públicos hasta octubre de 2017, a pesar de contar con un nivel de Reservas Internacionales (RI), en promedio, de USD 4.000 millones[1]. Usted se preguntará, ¿de dónde salieron los recursos para financiar al gobierno central? La administración de aquella época recurrió a un mecanismo conocido como la expansión del balance del Banco Central o creación de dinero.
En términos contables, este mecanismo consistió en acreditar recursos en las cuentas corrientes pertenecientes al MEF y bancos públicos dentro del BCE, y a cambio se recibían títulos o bonos emitidos por dichas entidades. En otras palabras, el BCE creó dinero al acreditar más de USD 8.300 millones en cuentas del MEF y bancos públicos, y recibió principalmente títulos que no podían ser convertidos en liquidez de manera inmediata. Este mecanismo se conoce como la expansión del balance porque aumenta tanto el nivel de activos como pasivos dentro de la institución[2].
Tal como se muestra en el gráfico 1 de manera genérica, otorgar financiamiento al MEF reduce la cobertura al total de pasivos exigibles[3] con activos líquidos (RI) por parte del BCE. En este ejemplo, un crédito de USD 70 millones desde el BCE al MEF provoca que la cobertura al total de pasivos exigibles con las RI disminuya de 76% a 35% (ver gráfico 1).
Gráfico 1
Una vez entregado el crédito al gobierno central, este financiamiento provoca necesariamente en el corto plazo una reducción en las RI, porque una parte de los recursos acreditados al MEF terminan saliendo de la economía ecuatoriana, debido principalmente a un incremento en las importaciones por el aumento del gasto público y la demanda agregada. Por lo tanto, el financiamiento otorgado al MEF provocó una disminución en el nivel de liquidez del BCE, como se evidenció durante los años 2015 y 2017, el cual fue compensado con un incremento significativo de la deuda externa que intentaba cubrir la reducción de reservas con desembolsos desde el exterior. Adicionalmente, este mecanismo de financiación implicó durante este periodo la aplicación de restricciones comerciales y financieras, como salvaguardias para el comercio exterior[4], el impuesto a la salida de divisas y el coeficiente de liquidez doméstica, a fin de limitar las importaciones, la salida de recursos al exterior, y así una reducción aún mayor en las RI. Por lo tanto, el excesivo financiamiento desde el BCE al gobierno generó al menos las siguientes consecuencias:
- Creación de dinero sin respaldo de activos líquidos en el BCE
- Aumento de las importaciones por el incremento del gasto público
- Reducción significativa de las Reservas Internacionales
- Disminución del nivel de liquidez en el BCE
- Reducción en la cobertura al total de pasivos con activos líquidos del BCE
- Incremento agresivo del endeudamiento público
- Aplicación desproporcionada de salvaguardias que afectaron al sector productivo y a los hogares
- Introducción del impuesto a la salida de divisas como mecanismo para restringir importaciones del sector privado y generar mayor recaudación para el Estado
- Aplicación de un control de capitales atípico para economías dolarizadas que exige a las entidades financieras mantener el 60% de su liquidez dentro del país
También es importante explicar las implicaciones en la reducción del balance del Banco Central. Esto ocurre cuando los bancos públicos y el MEF realizan pagos de capital en las fechas de vencimiento de los títulos comprados por el BCE. En ese momento, se presenta la trampa de este mecanismo de financiación porque provoca una disminución en los saldos de las cuentas corrientes de dichas entidades públicas, mientras que el BCE debe dar de baja los títulos en su balance recibidos por el financiamiento otorgado originalmente al gobierno. Tal como se aprecia en el ejemplo genérico del gráfico 2, este proceso contable no aumenta los activos líquidos (RI), pero sí incrementa la cobertura al total de pasivos exigibles con las RI en el BCE. Es decir, como resultado del pago de capital en la fecha de vencimiento realizado por el MEF al BCE correspondiente al crédito de USD 70 millones, la cobertura al total de pasivos exigibles con activos líquidos (RI) aumenta otra vez al 76% (ver gráfico 2). Sin embargo, el nivel de RI se mantiene sin cambios en USD 45 millones.
Gráfico 2
Lamentablemente, las consecuencias del excesivo financiamiento desde el BCE al MEF no concluyen aquí. Como resultado de este financiamiento, el actual gobierno nacional y los posteriores deberán pagar esta deuda al Banco Central, la cual fue generada principalmente durante la administración del expresidente Correa[5]. Dicha deuda se caracteriza por tener vencimientos bastante altos, especialmente entre 2023 y 2026 (ver gráfico 3), lo cual provoca dificultades fiscales para el gobierno central y un alto costo económico para el país. Solo el gobierno del presidente Lasso habrá pagado USD 2.026 millones[6] al BCE entre mayo de 2021 y diciembre de 2023, a fin de dar cumplimiento a lo dispuesto en la Ley para la Defensa de la Dolarización[7]. Mientras que, el siguiente gobierno deberá realizar pagos por USD 1.937 millones entre enero de 2024 y mayo de 2025.
Gráfico 3
Fuente: Banco Central del Ecuador
De acuerdo con estimaciones realizadas por el Banco Central[8], los pagos ejecutados por el actual gobierno, producto de las deudas contraídas a través de este mecanismo de financiamiento, impidieron que la economía ecuatoriana crezca alrededor de 1,2 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto en el periodo 2021-2023. Adicionalmente, si los pagos ejecutados por el actual gobierno hubieran sido destinados a sectores prioritarios, estos recursos hubieran permitido generar aproximadamente 80.915 empleos en dicho periodo.
Este desafío también lo enfrentará el siguiente gobierno. Por ello, resulta preocupante que los candidatos presenciales hayan anunciado públicamente su intención de retomar el financiamiento desde el BCE al gobierno central sin antes haber considerado que todavía se mantiene una deuda vigente superior a los USD 6.575 millones, ni tampoco haber explicado las consecuencias y riesgos para la dolarización presentadas en este artículo.
Desde el Banco Central del Ecuador respetamos la facultad exclusiva del Poder Ejecutivo respecto a la formulación de la política monetaria en el país establecida en el artículo 303 de la Constitución. No obstante, estamos en la obligación de dar a conocer a la ciudadanía y a los candidatos presidenciales los riesgos generados por el uso excesivo de este mecanismo de financiación en el pasado. Consideramos que, de abrirse una vez más la puerta del financiamiento desde el Banco Central, sería bastante difícil cerrarla para los próximos gobiernos nacionales.
[1] En mayo de 2017, el Banco Central recibió por parte del gobierno, como dación en pago a la deuda vigente, las acciones de la Corporación Financiera Nacional (CFN), BanEcuador y la Corporación Nacional de Finanzas Populares (Conafips). La Ley para la Defensa de la Dolarización, promulgada el 3 de mayo de 2021, dispuso la venta de dichas acciones desde el BCE al Ministerio de Economía y Finanzas.
[2] Léase el artículo “Expansión del balance del banco central en una economía dolarizada: el caso de Ecuador” por Juan Pablo Erráez y Julien Reynaud (2023).
[3] Los pasivos exigibles corresponden a la moneda fraccionaria nacional en circulación, los depósitos de las entidades financieras públicas, privadas, de la economía popular y solidaria, y del sector público no financiero. Estos recursos forman parte de los tres primeros sistemas del balance del BCE.
[4] En marzo de 2015, el gobierno nacional implementó salvaguardias para casi 3.000 subpartidas, a las cuales se establecieron sobretasas del 5%, 15%, 25% y hasta 45%, dependiendo del tipo de producto, por un periodo de 15 meses inicialmente, las cuales fueron renovadas en 2016 por un año más.
[5] Al cierre de abril de 2017, la deuda al BCE llegó a USD 7.795 millones más intereses.
[6] Este monto incluye capital e intereses.
[7] La Ley para la Defensa de la Dolarización le prohibió al Banco Central otorgar financiamiento al gobierno central de manera directa o indirecta. Además, le dispuso al BCE mantener hasta al vencimiento los títulos y deudas contraídas por el MEF y bancos públicos como resultado del financiamiento entregado a dichas entidades.
[8] Estimación elaborada por la Subgerencia de Programación y Regulación. Para la estimación del impacto sobre el PIB se emplearon los multiplicadores del gasto calculados para Ecuador, utilizando un modelo de Vectores Autorregresivos Estructurales. Para la medición del impacto sobre el empleo, se utiliza la Matriz Insumo Producto (MIP) a través del gasto e inversión pública.