¿Conoces los peligros del financiamiento informal? Te lo explicamos
Mayo 30, 2025En tiempos de urgencia económica, muchas personas buscan soluciones inmediatas para salir de apuros o emergencias. Es ahí donde el financiamiento informal aparece como una opción “fácil” ya que no requiere de papeleos, garantes, ni un historial crediticio.
Pero, ¿realmente vale la pena arriesgar tu estabilidad financiera y tu seguridad por una solución rápida?
En este artículo te explicaremos las principales diferencias entre el financiamiento formal e informal, así como los peligros ocultos del crédito informal que podrían poner en riesgo mucho más que tu dinero.
Financiamiento Formal vs Financiamiento Informal
El financiamiento formal comprende los créditos o préstamos otorgados por instituciones financieras reguladas, como bancos y cooperativas de ahorro y crédito. Estas entidades operan bajo la supervisión de organismos como la Superintendencia de Bancos y la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria. A diferencia de fuentes informales, este tipo de financiamiento se rige por requisitos legales, ofrece garantías claras, aplica tasas de interés reguladas y cuenta con mecanismos de protección al consumidor. Además, permite acceder a opciones como la refinanciación de deuda en caso de dificultades de pago.
En cambio, el financiamiento informal proviene de fuentes no reguladas, como prestamistas particulares, “chulqueros”, conocidos o personas que ofrecen dinero a través de redes sociales. Aunque suele percibirse como una opción más rápida o accesible, carece de respaldo legal, no ofrece garantías para el deudor y sus condiciones pueden ser inciertas o incluso riesgosas.
Riesgos del Financiamiento Informal
Aunque el financiamiento informal puede parecer una solución rápida y sencilla, conlleva graves riesgos que pueden desembocar en métodos agresivos de cobro, pérdida de patrimonio y ausencia total de protección jurídica.
Aquí los más importantes:
- Intereses elevados
Los prestamistas informales suelen cobrar tasas de interés extremadamente altas, muchas veces por encima del límite legal. Esto puede atraparte en un ciclo de deuda difícil de romper. - Falta de protección legal
Al no existir un contrato formal respaldado por la ley, cualquier desacuerdo te deja sin herramientas legales para defenderte. Estás completamente expuesto a las condiciones impuestas por el prestamista. - Métodos de cobro intimidantes
En muchos casos, se recurre a amenazas, acoso, confiscación de bienes e incluso violencia para recuperar el dinero prestado. La presión constante puede afectar seriamente tu salud mental, tu entorno familiar y tu estabilidad laboral. - No mejora tu historial crediticio
Uno de los mayores inconvenientes es que este tipo de deuda no se registra en el sistema financiero formal, por lo que no contribuye a construir un historial crediticio, para acceder a mejores oportunidades en el futuro. - Perjudica tu capacidad de ahorro
El pago de intereses excesivos reduce tu capacidad de ahorrar, responder ante emergencias o invertir en tus metas personales o familiares.
Sabemos que las emergencias no avisan, pero recurrir al financiamiento informal puede tener consecuencias graves y duraderas. En cambio, optar por instituciones formales y reguladas te brinda respaldo legal, condiciones justas y la oportunidad de construir un historial crediticio que abra nuevas puertas para tu futuro financiero.